Opiniones personales, sólo mías

martes, noviembre 18, 2008

Diferencias y similitudes

Similitudes:
Somos todos seres humanos, tenemos la misma esencia, las mismas ilusiones, cuerpos que funcionan nominalmente de la misma manera, vivimos en el mismo mundo, por lo cual... tendríamos que tener los mismos derechos, las mismas alegrías, las mismas ambiciones, las mismas posibilidades.

Diferencias:
Invito a compartir el mail que mandó el Padre Pablo Bosisio, amigo de mi juventud, compañero de misiones rurales y de actividades pastorales en mi Parroquia de Balcarce, que se encuentra hace varios años en África.

"Hola, les comparto esta experiencia tan fuerte que vivi en estos dias, ahí va: acá bien, con mucho calor. Estas últimas cuatro semanas estuve poco en Xai Xai, fui dos veces a algunas partes de la zona norte de la diócesis, una realidad muy distinta, es campo, con caminos muy malos, sin energía, gente que vive muy olvidada."

"Las primeras dos semanas en Massangena, que es cabecera de distrito, hicimos un curso de Biblia para animadores de comunidades, muy lindo, fui con Verónica y con una monja de acá, y allá nos sumamos a un equipo local para dar el curso."

"Estas últimas dos semanas en Chigubo, acompañando al Padre Ignacio en una visita a las comunidades del norte de ese partido. Una realidad muy dura, nunca había estado en un lugar así, gente que vive sólo para buscar agua y comer alguna cosa, es la zona más seca de la provincia, no tienen nada, ni caminos, ni agua cerca (algunos buscan agua a quince kilómetros, las mujeres salen a pie a la tardecita, cuando baja el sol, y vuelven a las doce de la noche o de madrugada con un bidón de 25 litros en la cabeza, y eso es cada dia), ni comida (buscan mazala, una fruta silvestre, para comer, es lo unico que hay, se van dos o tres días al monte para traer esa fruta para su familia), ni centros de salud (llevamos a una mamá que iba a dar a luz a la maternidad a 120 kms. de su casa, sola, cargando una bolsa con sus pertenencias en la cabeza), ni posibilidad de comercializar lo que tienen (hacen carbón de muy buena calidad pero no tienen transporte, pasa un camión todos los viernes, pero hace 15 dias se rompio y no pasa nadie, igual el que llega para comercializar algo los explota aprovechando la situación, venden 50 kilos de carbón a 40 meticales, el dólar esta a 25, saquen la cuenta en pesos)."

"Una situacion triste y terrible, imaginen el desarrollo de los chicos, todos repiten de grado, no pueden concentrarse."

"Vamos a ver de hacer algo con Caritas diocesana para apoyarlos, que puedan ir a la ciudad a vender sus cosas, algo va a salir."

"Bueno, un abrazo grande, ellos cuentan con la oración de ustedes y con nuestra ayuda, la visita ayudó para darles ánimo y que puedan prepararse para celebrar Navidad."

Como ven... por suerte la Iglesia, de la cual todos los bautizados somos parte les guste o no (seguro que cuando llevaron los hijos para bautizarlos ni pensaron en la membresía adquirida), hace mucho más que guardar oro en el Vaticano y proteger a los curas que hacen barbaridades.

Pablo, en su silencio y su humildad, se ha jugado la vida para aportar un mínimo granito de arena para ayudar a que esta gente pueda sufrir un poquitito menos. Es gente, no son estadísticas o cuentos de países lejanos por los cuales no se puede hacer nada.

Le decía a Pablo que en realidad no sé si compadecerme de ellos o de mí. Estimo que en el cielo voy a tener que esforzarme para devolver todo lo que me ha sido regalado. En cambio a ellos, a esta gente... ¿qué les van a pedir? Van a pasar como por tubo.

La verdad, es tristísimo lo que nos cuenta Pablo, mientras lo comparo con mi propia cómoda vida o con Cristina, que almuerza en el G20 con un trajecito de miles de dólares y con 200 cirugías... o veo los programas de la tarde que comentan el mejor vestuario o los mínimos errores que cometió el conocido conductor cuando "bailaba", o las peleas entre las opiniones relevantes de los jurados de un concurso de patín, o el casamiento del futbolista y la modelo que se aman devocionalmente. Qué lejos estamos de la igualdad... como si algunos hombres "valieran" más que otros.

Con esta pincelada de realidad dejo esta entrada con la ilusión de que alguno la vea y por lo menos le haya movido el sentimiento a veces olvidado de la compasión: "padecer con". Y sobre todo, que haya despertado el interés por el aporte del granito de arena que de nosotros está alguien esperando.

2 Comments:

  • Terrible experiencia. Es bueno difundir el trabajo de tanta gente que desde el anonimato hace tanto por lo demás. Después de leer la carta uno se siente con esa horrible impotencia de no poder hacer nada pero en realidad habría que plantearse cada día desde el lugar que ocupamos en el mundo como podemos ayudar a que no pasen cosas como estas: desde concientizar, comunicar, difundir estas experiencias y por sobre todas las cosas no NATURALIZARLAS. Debemos asombrarnos y avergonzarnos de que esto suceda en el siglo XXI!

    By Blogger Nicolás, at 8 de diciembre de 2008, 10:59 p. m.  

  • Esta nota debería leerla toda la población. podrías publicarla en algún medio super masivo.Tiene dos contenidos fundamentales para tener en cuenta ,sobre todo en este momento en que el mundo vive en un consumismo feroz,sin considerar que TODOS SOMOS FINITOS EN ESTA VIDA MATERIAL. a)La labor de un sacerdote católico y su entorno y b) conocer el sufimiento real de una gran parte de la población que vive en condiciones infra-humanas. Felicitaciones! A mi me conmoviste.Espero que esto último le suceda amuchos así entre todos hacemos :UN GRAN MEDANO!

    By Anonymous Anónimo, at 19 de diciembre de 2008, 11:00 p. m.  

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