Opiniones personales, sólo mías

miércoles, marzo 04, 2009

No todo es previsible


Este es un post raro, el que quiere cumplir la función de crónica y de información para todos los interesados en el sorprendente acontecimiento suscitado el sábado 28 de febrero de 2009 alrededor de las 18:00 hs. Ocurrió en el Balneario B-11 de Punta Mogotes, Ulises, del cual soy cliente junto a mi familia y gran cantidad de amigos desde hace al menos 8 veranos.

A pesar de mis cuidados para estar perfecto para la fiesta de esa noche, de fin de verano, accedí a ir a la pileta del balneario, que se ve en la foto anterior. Bajando el puentecito que puede verse en la misma, casi al final (a la derecha de la foto), yendo hacia la carpa, me resbalé y en menos de un segundo caí de cola. Acá vendrían los comentarios sobre el tamaño de quien impactó contra el suelo, pero los ignoraremos en este caso. Cuando me fui a incorporar... mi rodilla estaba desplazada al menos 20 cm de su lugar habitual. Llamé a mi cuñado Pancho a la pileta (él estaba mirando) "para que me la acomodara", pero no podía moverme. Ahí me di cuenta de que algo grave había ocurrido.

Luego de mucho reflexionar, caí en la cuenta de que el resbalón produjo una flexión violentísima de la rodilla derecha. Tan violenta que los tendones que están unidos a la rótula empujaron la misma cada uno para su lado, como si de el pobre Tupac Amaru se tratase... y lograron romperla, llevándola cada uno a su lado. La rompieron de una manera desprolija y poco agradable.

Gracias a la especial atención de mi cuñado, junto con un desconocido que me sugirió permanecer quieto y me tranquilizó, y a Sebastián, el guardavida, pude conservar la calma y esperar el servicio de emergencia Vitall. Un agradecimiento muy grande al médico y al enfermero que acomodaron prioritariamente mi pierna. La gente se acumuló en cada vez más cantidad... hasta que una camilla me trasladó al móvil de la empresa para esperar a un segundo móvil quien me llevó a la Clínica 25 de Mayo.

Pido disculpas al Dr. Agustín Arregui, a quien saqué de la siesta, llamado por mi cuñado, para que me viera. El resultado puede verse en las siguientes impresionantes imágenes (clic para verlas más grandes). Dispongo de fotos en vivo pero no las voy a publicar por una cuestión de sensibilidad de ciertas personas, alguna de las cuales tuvo que ser asistida en el momento del accidente.



El sábado fui a la fiesta de fin del verano (con permiso del Dr. Agustín, ya que mucho más no podría hacer), conducido por mi hermana Rosana y mi cuñado Luis, donde tuve el apoyo no-descriptible de todos mis amigos (o de un gran porcentaje de ellos, pues casi todos estaban en la fiesta), quienes también luego me ayudaron a llegar a mi casa nuevamente: Pichi complementó las muletas, que aún no sé manejar, y Germán condujo el auto hasta mi domicilio.

El domingo fue un día de espera y silencio, de gran nerviosismo e intriga para esperar el lunes. El lunes 2 de marzo de 2009 llegué a la Clínica nuevamente llevado por el pobre Gus que lo hice madrugar mucho e ingresé al quirófano aproximadamente a las 8:15 hs. Casi dos horas después, salía exitoso del mismo hacia mi habitación de la clínica.

El resultado es, luego de un complejo cerclaje (términos que uno aprende pero que no es mucho más que el famoso "lo atamo' con alambre"), el que se ve en las siguientes impactantes imágenes (clic para verlas más grandes):



El martes 3, Hernán me condujo, lloviendo, nuevamente hacia mi casa, donde espero pacientemente pero activamente un avance para volver a ser el que era antes del sábado (o mejor dicho, el mismo sábado hasta las 18 hs).

Conclusión: todo pasa y todo queda. El accidente pasó, la cirugía pasó... pero ahora me espera un gran período de recuperación. Quiero expresar mi agradecimiento a todos. Sé que a muchos no les contestamos ni los tratamos como hubiéramos debido, pero los llamados fueron explosivos, los celulares se sacudían sin parar y tanto Ana como yo estábamos demasiados nerviosos como para hacer frente a todo. Sepan disculpar esto, pero nos mantenemos en nuestra postura (discutible) de que la soledad es parte de la tranquilidad que se necesita en estos momentos, al menos para nuestra forma de sentir. Lo que no implica que no valoramos y agradecemos cada muestra de cariño recibida, que fueron incontables. Hubiera sido imposible atenderlos a todos, entre mensajes de texto, llamados a mi celular, al de Ana, mensajes de Mail y en el Facebook.

Nos sentimos acompañados siempre, y este momento lo reafirmó. Ya he expresado en otros posts lo que son mis amigos y mi familia, y esta vez lo pude vivir una vez más en acción. Gracias por estar, gracias por lo que hicieron y por lo que seguramente harán. Y no nombré a todos, pero no hace falta. Los que me quieren saben que yo también los quiero y con eso nos tiene que alcanzar.

Ahora estoy algo down por el futuro que me espera, por lo que tendré que dejar de hacer, por los planes que costará más concretar, pero veo unos meses de pasividad que ojalá hagan una buena producción intelectual. No me dolió el sábado ni el domingo, sí el lunes a la tarde, el martes mucho mejor y hoy miércoles estoy bien pero en calma. Al menos por este tema (el dolor) no me puedo quejar hasta el momento.

Dejo un párrafo especial para pasar por el riesgo de nombrar alguna gente y olvidarme otra. Primero gracias a mi cuñado Pancho: sin él todo hubiera sido mucho más difícil. Gracias al Dr. Agustín Arregui y su papá, ambos de la Clínica 25 de Mayo. Al camillero Matías, que con su fuerza y seguridad me hizo sentir bien sostenido. A las enfermeras María Rosa y Gladys, quienes miman más que atienden (esta última pasó por mis conocidas encuestas eternas para averiguar sobre su vida). Y a las que me cuidaron todo el tiempo: mi imparable suegra Alicia, mi querida hermana Rosana, mi santa madre Elba y mi siempre presente esposa, Ana. Infinitas gracias.

Nos vemos en el próximo artículo, que quizá complemente esta información o los sucesivos avances.
Posted by Picasa

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1 Comments:

  • La puchaaaa, como dicen, una radiografía dice más que mil palabras :( (escalofrios corriendo por la médula en esta parte...)

    Bueno Gus, yo soy de la misma idea, los de afuera que se banquen, lo importante es la tranquilidad en momentos así.

    Un abrazo enorme de Sandra y Mio, cualquier cosa ya sabes, estamos.

    PD: Si necesitas un "cerclaje" en la pata de palo de la muleta o cosa similar, en eso si puedo ayudarte, :)

    By Anonymous Anónimo, at 4 de marzo de 2009, 5:21 p. m.  

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