Evolución IV: la rehabilitación

Acá las tenemos: son las radiografías de mi evolución con mi fractura de rótula derecha. Se ve que el callo se va formando, y el Dr. Agustín está contento con su obra. 

 

Desde mi último post la herida ha mejorado visiblemente y ya he hecho proezas terribles como por ejemplo bañarme en la bañera o incluso ayer una locura: ¡ducharme!

Si bien no parece difícil, jamás pensé que tendría esta complicación que parece eterna. Ha pasado exactamente un mes desde la cirugía y recién ahora puedo apoyar un poco el pie. Voy 5 de mis sesiones de kinesiología y si bien mi cuádriceps se ha fortalecido, mi pierna se asemeja a una bolsa medio vacía y medio llena de agua. Ni hablar de mi glúteo derecho. Sin comentarios. Mi kinesiólogo se llama Fabián, quien tiene el adecuado equilibrio entre macanudo sin ser intratable y sin ser pasado de vueltas. ¡Bien, Fabi!

Bueno, hay poco más por agregar. El pronóstico dice que en un mes estaré caminando sin muletas y que podré hacer alguno de los viajes a congresos que tenía planeados para este accidentado 2009.

El Dr. Agustín se ríe de mí y de mi paranoia, pero no es para menos: se me ocurrió decirle que me sobresalía un puntito y ni lerdo ni perezoso tomó una gasa con alcohol, lijó mi herida y con la pinza tiró de todos los puntos que vio asomar. Conclusión: oooootra vez herida sangrando un puntito que espero se cure inmediatamente.

Ya se ve: todo bien pero de a poco. Este juego se llama "desafiemos a la paciencia" y por ahora pareciera estar ganando yo pero por momentos da la sensación de que fuera a perder, sobre todo al seguir tachando las cosas planeadas para este año.

Como siempre gracias a mis amigos y a mi familia de Balcarce y mi familia del hogar. Gracias a sus conversaciones, mails, chats y visitas todo puede mejorarse un poco. Si bien está bueno hacerse un poco el víctima, ya me gustaría ir terminando el papel.

En breve agrego la evolución de mi herida. Con algo me tengo que entretener...

Por último, una foto divertida con Carlitos, que fue uno de los tantos que me sirvieron de chofer...