Opiniones personales, sólo mías

sábado, noviembre 29, 2008

Recuerdo

"...y entonces sabremos que por el camino
nos venía arriando el Dios de la paz..."

El miércoles 26 fue definitivamente distinto. Todo en la misma bolsa, todo mezclado, alegría infinita por un lado, tristeza por otro lado, todo en el mismo año, este revoltoso 2008 que ya nos está dejando. Este fue un día de dolor, de calmo y tranquilo dolor por una persona que nos dejaba: Guillermo, el papá de mi amiga Gati, amiga del alma, de las que valen la pena, de las que hacen que uno sienta que la vida es linda.

Como yo ya tuve que pasar por ese trance, me fue grato poder estar cerca de ella, de su mamá y de su marido Pablo, también un gran amigo, quien fue un lujo de compañero en esta ocasión como en todas las demás de este caminar tan lindo a veces y tan duro otras.

Me dieron ganas de escribir sólo por pensar en la vida. Qué bueno cuando uno termina su pasaje por este camino y deja gratas sensaciones. Voy a describir un aspecto para hablar de Guillermo.

Guillermo fue la persona que me enseñó el detalle, la delicadeza, la consideración, el pensar en los demás y demostrarlo de maneras creativas. En su personalidad charlatana desplegaba bondad y humildad al mismo tiempo. Y sobre todo... generosidad. Pensar en los demás, la atención, el regalito ubicado, la presencia de una u otra manera. Por algo a los chicos les encantaba acceder a su invitación de comprar helado para todos... los chicos perciben el bien, el cariño.

Qué bueno poder nutrirse y aprender de lo mejor de los demás. Y en el sentido que lo acabo de describir, yo quiero ser como Guillermo, aunque realmente no me sale. Pero lo voy a intentar. Y cuando tenga alguno de esos pequeños y relevantes gestos de delicadeza y cariño que Guille tenía... seguramente desde el lugar en que me vea me hará una de esas sonrisas cómplices que su simpleza de buen hombre dejaba deslizar muy a menudo.

(Gracias, Guille, por ir a comprarme la corbata, será un recuerdo dificil de borrar, no por el regalito solamente, sino por todo lo que rodeó ese presente. Se convertirá en algo importante.)

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martes, noviembre 18, 2008

Diferencias y similitudes

Similitudes:
Somos todos seres humanos, tenemos la misma esencia, las mismas ilusiones, cuerpos que funcionan nominalmente de la misma manera, vivimos en el mismo mundo, por lo cual... tendríamos que tener los mismos derechos, las mismas alegrías, las mismas ambiciones, las mismas posibilidades.

Diferencias:
Invito a compartir el mail que mandó el Padre Pablo Bosisio, amigo de mi juventud, compañero de misiones rurales y de actividades pastorales en mi Parroquia de Balcarce, que se encuentra hace varios años en África.

"Hola, les comparto esta experiencia tan fuerte que vivi en estos dias, ahí va: acá bien, con mucho calor. Estas últimas cuatro semanas estuve poco en Xai Xai, fui dos veces a algunas partes de la zona norte de la diócesis, una realidad muy distinta, es campo, con caminos muy malos, sin energía, gente que vive muy olvidada."

"Las primeras dos semanas en Massangena, que es cabecera de distrito, hicimos un curso de Biblia para animadores de comunidades, muy lindo, fui con Verónica y con una monja de acá, y allá nos sumamos a un equipo local para dar el curso."

"Estas últimas dos semanas en Chigubo, acompañando al Padre Ignacio en una visita a las comunidades del norte de ese partido. Una realidad muy dura, nunca había estado en un lugar así, gente que vive sólo para buscar agua y comer alguna cosa, es la zona más seca de la provincia, no tienen nada, ni caminos, ni agua cerca (algunos buscan agua a quince kilómetros, las mujeres salen a pie a la tardecita, cuando baja el sol, y vuelven a las doce de la noche o de madrugada con un bidón de 25 litros en la cabeza, y eso es cada dia), ni comida (buscan mazala, una fruta silvestre, para comer, es lo unico que hay, se van dos o tres días al monte para traer esa fruta para su familia), ni centros de salud (llevamos a una mamá que iba a dar a luz a la maternidad a 120 kms. de su casa, sola, cargando una bolsa con sus pertenencias en la cabeza), ni posibilidad de comercializar lo que tienen (hacen carbón de muy buena calidad pero no tienen transporte, pasa un camión todos los viernes, pero hace 15 dias se rompio y no pasa nadie, igual el que llega para comercializar algo los explota aprovechando la situación, venden 50 kilos de carbón a 40 meticales, el dólar esta a 25, saquen la cuenta en pesos)."

"Una situacion triste y terrible, imaginen el desarrollo de los chicos, todos repiten de grado, no pueden concentrarse."

"Vamos a ver de hacer algo con Caritas diocesana para apoyarlos, que puedan ir a la ciudad a vender sus cosas, algo va a salir."

"Bueno, un abrazo grande, ellos cuentan con la oración de ustedes y con nuestra ayuda, la visita ayudó para darles ánimo y que puedan prepararse para celebrar Navidad."

Como ven... por suerte la Iglesia, de la cual todos los bautizados somos parte les guste o no (seguro que cuando llevaron los hijos para bautizarlos ni pensaron en la membresía adquirida), hace mucho más que guardar oro en el Vaticano y proteger a los curas que hacen barbaridades.

Pablo, en su silencio y su humildad, se ha jugado la vida para aportar un mínimo granito de arena para ayudar a que esta gente pueda sufrir un poquitito menos. Es gente, no son estadísticas o cuentos de países lejanos por los cuales no se puede hacer nada.

Le decía a Pablo que en realidad no sé si compadecerme de ellos o de mí. Estimo que en el cielo voy a tener que esforzarme para devolver todo lo que me ha sido regalado. En cambio a ellos, a esta gente... ¿qué les van a pedir? Van a pasar como por tubo.

La verdad, es tristísimo lo que nos cuenta Pablo, mientras lo comparo con mi propia cómoda vida o con Cristina, que almuerza en el G20 con un trajecito de miles de dólares y con 200 cirugías... o veo los programas de la tarde que comentan el mejor vestuario o los mínimos errores que cometió el conocido conductor cuando "bailaba", o las peleas entre las opiniones relevantes de los jurados de un concurso de patín, o el casamiento del futbolista y la modelo que se aman devocionalmente. Qué lejos estamos de la igualdad... como si algunos hombres "valieran" más que otros.

Con esta pincelada de realidad dejo esta entrada con la ilusión de que alguno la vea y por lo menos le haya movido el sentimiento a veces olvidado de la compasión: "padecer con". Y sobre todo, que haya despertado el interés por el aporte del granito de arena que de nosotros está alguien esperando.